El equipo celeste suma ya ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota
Importante y complicado el punto conseguido en el feudo del Vázquez Cultural por el Juvenil División de Honor del Polideportivo El Ejido este pasado domingo. Un encuentro en el que el conjunto marbellí se jugaba mucho, después de que la Federación haya anunciado el aumento del número de descensos hasta diez equipos, lo que hacía que los locales entraran en zona de descenso.
Los celestes, por su parte, llegaban a este encuentro como octavos clasificados y ocho puntos por delante del rival.
En cuanto al desarrollo del encuentro, las mínimas dimensiones del campo hicieron que los dos equipos plantearan un fútbol mucho más directo de lo que están acostumbrados los celestes que, sin embargo, supieron adaptarse totalmente a las circunstancias de juego.
La primera parte fue muy igualada y emocionante para el espectador, con llegadas claras tanto de un equipo como de otro, pero el encuentro se marchó al descanso con empate sin goles.
Entre las jugadas más destacadas de los primeros 45 minutos estuvo el tiro al larguero de Dani y una volea en el área chica, con remate de cabeza de Iván Casares.
La segunda parte arrancaba como terminó la primera, con los locales aprovechando los saques de banda para llevar peligro al área celeste y los ejidenses que conseguían ponerse por delante con un gol en el lanzamiento de un córner, obra de Dani, tras un remate de cabeza al que no llega el guardameta local. Instantes más tarde Juan tuvo incluso el 0-2, pero el larguero lo evitó.
Sin embargo, del gol de la victoria al empate. En un saque de banda, el árbitro pitaba penalti a favor de los locales por mano de Joserra en la línea de gol y expulsaba al jugador celeste. El penalti materializado por Dioni pondría el 1-1.
Con ese tanto, la afición local intentó llevar en volandas a su equipo hacia la victoria, ya que el campo estaba completamente lleno, pero los celestes supieron aguantar el marcador hasta el final.
Con este empate, el equipo celeste suma ya ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota.