El partido dejó el susto del traumatismo del celeste José Ramón Blanco que afortunadamente ya se recupera del golpe en la cara
Accidentado partido el disputado por el Juvenil División de Honor del Polideportivo El Ejido el pasado sábado ante el Tomares. Un encuentro que finalizó con reparto de puntos y que deja un sabor agridulce entre los celestes ya que pese a que puntuar fuera de casa siempre es positivo, los celestes tuvieron en su mano la victoria.
El encuentro comenzó con Nando en portería, línea de cuatro en defensa con Joserra e Íker y Miguel Ángel y Bipeba por las bandas, Ramón comandando el juego con Iván Casares y Mario, Dani en la punta del ataque, junto a Juan y Bryan.
Los celestes salieron bien plantados y concentrados, lo que les llevó a comenzar a generar ocasiones desde los primeros minutos, si bien fue en el 25 de juego cuando Brian adelantaba a los celestes en el marcador.
Una ventaja que los celestes supieron defender bien para marcharse con ella a la media parte.
En la segunda mitad, el partido se pondría incluso más de cara para los celestes con el segundo tanto conseguido también por Brian en el minuto 53, en esta ocasión de penalti.
Con esta ventaja, el partido tomaba tintes celestes. Sin embargo, los locales, que se jugaban mucho en este encuentro puesto que se situaban a dos puntos sobre el descenso, consiguieron remontar el partido.
Así, Juan Carlos recortaba distancias en el 64 de juego y cuando los ejidenses ya esperan el final del partido y saboreaban los tres puntos, Jesús hacía el empate prácticamente en el 90 de juego.
Sin embargo, más allá del punto conseguido, la jornada dejó una dura imagen y gran preocupación entre los celestes con el traumatismo sufrido por José Ramón Blanco, tras el rodillazo que sufrió en la cara, lo que obligó a trasladarlo al hospital, donde afortunadamente todo se quedó en un susto y ya se recupera del golpe.